Prevención y detección precoz de la diabetes. – CENTRO MÉDICO EN QUITO
Prevención y detección precoz de la diabetes. [object object] Prevención y detección precoz de la diabetes. deteccion precoz diabetes

Prevención y detección precoz de la diabetes.

La medición periódica de glucosa en la sangre es fundamental para quienes tengan historia familiar de diabetes, padezcan sobrepeso u obesidad

En esta ocasión veremos si es posible prevenir y detectar esta enfermedad, que constituye una de las enfermedades más frecuentes en el Perú.

En primer lugar, es muy importante diferenciar lo que es la prevención de lo que es la detección precoz.

En la detección precoz, se asume que la enfermedad en cuestión ya empezó pero que aún no origina ningún tipo de síntomas. Lo que hace la prueba de detección es encontrar temprano la enfermedad, a tiempo para ser curada. Sabiendo que la diabetes se caracteriza por el incremento de azúcar en la sangre, detección precoz significa encontrar niveles de azúcar elevados en la sangre pero que aún no originan síntomas de la enfermedad.

Por otro lado, la prevención evita las condiciones o factores de riesgo que predisponen a desarrollar la enfermedad. En el caso de la diabetes, esto implica evitar a toda costa el sobrepeso y la obesidad.

I. Prevención de la diabetes

Al ser una enfermedad con fuerte carga hereditaria, la diabetes no puede ser prevenida en todos los casos, pero sí es posible prevenir el desarrollo temprano de la enfermedad. Para eso es importante entender que, sobre todo en personas con padres y hermanos con diabetes, el sobrepeso y la obesidad predisponen a una persona a sufrirla con mucha anticipación.

Por ello, la prevención de la diabetes incluye un cambio sustancial en el estilo de vida. Hay dos esfuerzos fundamentales: iniciar y mantener una alimentación saludable y llevar a cabo un programa de ejercicio diario.

Tal como se ha mencionado en otros artículos de esta serie, una alimentación saludable significa comer todo tipo de alimentos pero en porciones pequeñas y preferir los alimentos de colores, es decir, las frutas y vegetales. Por otro lado, el ejercicio debe iniciarse progresivamente y debe adecuarse al estado físico de la persona. Lo ideal es que sea “recetado” por un doctor de medicina física y rehabilitación.

Haciendo estos esfuerzos fundamentales, no hay garantía de que la diabetes no se vaya a presentar, pero lo que sí se puede garantizar es que cuando se presente (sobre todo si se encuentra temprano como veremos después), será de más fácil control y tendrá menos complicaciones.

II. Detección precoz de la diabetes

La diabetes, enfermedad cuyo nombre completo es diabetes mellitus (del latín mellitus que significa miel), es un padecimiento en el que la cantidad de azúcar (glucosa) en la sangre aumenta progresivamente. La razón de ese aumento en el nivel de la glucosa en la sangre (glicemia) es que el páncreas no produce una cantidad suficiente de insulina, una hormona que permite que la glucosa de la sangre entre a las células para que pueda ser utilizada.

El valor normal del nivel de glucosa en la sangre en una persona que no ha ingerido ninguna comida durante 12 horas (ayunas) es de 100 miligramos/dL.

Debido a que el aumento de glucosa al comienzo de la enfermedad no da ningún tipo de síntomas, es posible que una persona pueda tener ya niveles altos de azúcar (y tener lo que se llama prediabetes) sin que se dé cuenta. Por ello es muy importante que toda persona tenga una medición periódica del nivel de glucosa en la sangre, sobre todo si tiene historia familiar de diabetes o tiene sobrepeso u obesidad.

Si una persona tuviera un nivel de glucosa mayor de 100 mg/dL en la sangre, debe hacerse una prueba llamada hemoglobina glicosilada o HbA1C.

Es muy importante saber que la hemoglobina glicosilada o HbA1C es una prueba sanguínea que mide el promedio de azúcar de la sangre de los últimos tres meses. En otras palabras, una persona que se hace un solo examen de glicemia en la sangre puede tener niveles normales o alterados, dependiendo de las circunstancias del día del examen de sangre. Es por eso que, al medir el promedio de azúcar de tres meses, la hemoglobina glicosilada o HbA1C nos da una idea muy buena de cómo se ha comportado el azúcar de la sangre durante todo ese tiempo.

Los valores normales de hemoglobina glicosilada o HbA1C son menos de 5.7%. Cuando se encuentra entre 5.7% y 6.4% se dice que hay prediabetes, y si supera el 6.5% se dice que ya hay diabetes. Para una persona que ya tiene la enfermedad, la hemoglobina glicosilada o HbA1C debe ser menos de 7% y es por tanto una excelente manera de saber si los medicamentos están funcionando bien, o si la persona está cumpliendo el tratamiento.

Para confirmar el diagnóstico o cuando hay duda, la persona puede hacerse la prueba de tolerancia a la glucosa, examen en la que se le da de tomar un líquido muy dulce y luego se le mide el nivel de glucosa en la sangre a intervalos cortos de tiempo. Lo que se mide con esta prueba es cuan capaz es el páncreas de producir niveles adecuados de insulina para lograr disminuir el alto nivel de glucosa en la sangre. Una persona con el páncreas enfermo por la diabetes no reaccionará adecuadamente y la prueba será anormal.

Si la persona no tiene ningún síntoma, pero tiene una prueba anormal de glucosa en ayunas en la sangre, una hemoglobina glicosilada o HbA1C en el límite de prediabetes y una prueba anormal de tolerancia a la glucosa; se dice que tiene una diabetes preclínica o prediabetes, es decir, que está en la etapa inicial de la enfermedad, en la etapa sin síntomas. Esta condición es muy frecuente en personas que tienen sobrepeso u obesidad.

¿Qué es lo que el médico debe hacer? ¿Empezar inmediatamente con un medicamento para tratar esa diabetes inicial o aconsejarle a su paciente a que adopte y mantenga un estilo de vida saludable (alimentación saludable y ejercicios diarios)?

La respuesta a esa pregunta la dio un estudio auspiciado por el Grupo de Investigación en la Prevención de la Diabetes. El estudio sorteó a 3244 personas con sobrepeso u obesidad y pruebas anormales de azúcar en ayunas y de tolerancia a la glucosa en tres grupos: uno que recibió una medicina llamada Metformina, otro que recibió instrucciones para iniciar un estilo de vida saludable y el tercero a tomar unas pastillas que solo contenían harina (placebo).

El objetivo del grupo de cambio de estilo de vida fue que la persona disminuya un 7% de peso respecto del nivel inicial y que haga 150 minutos de ejercicio a la semana.

A pesar de que al final del estudio solo el 38% de los voluntarios cumplió con el objetivo de bajar de peso y solo el 58% hizo la cantidad de ejercicio requerida, aquellas personas que cambiaron su estilo de vida tuvieron una significativa reducción en la progresión de prediabetes a diabetes sintomática.

Este estudio es muy importante porque al encontrar temprano la diabetes, se demuestra que un cambio en el estilo de vida puede impedir que la prediabetes se convierta en una diabetes, pero demuestra también lo difícil que es, incluso para personas motivadas por un estudio, adoptar y mantener un estilo de vida saludable.

En resumen, la diabetes puede prevenirse y puede también detectarse temprano. Un estilo de vida saludable es fundamental en ambas situaciones.