El perfil lipídico es uno de los exámenes de laboratorio más requeridos. En general, se solicita para la investigación inicial del riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular producto de una dislipidemia, o sea, un trastorno en el metabolismo de lípidos.
Este perfil mide las concentraciones de distintos tipos de grasas en la sangre.
- El colesterol total es la suma de los distintos tipos de colesterol. El colesterol es una sustancia grasa que el cuerpo necesita en cierta medida. Pero un exceso de colesterol puede causar problemas.
- La lipoproteína de alta densidad, o colesterol HDL (por sus siglas en inglés), se suele llamar colesterol “bueno”. El colesterol HDL ayuda al cuerpo a librarse del colesterol que le sobra.
- La lipoproteína de baja densidad, o colesterol LDL (por sus siglas en inglés), se suele llamar colesterol “malo”. El colesterol LDL que se acumula en el torrente sanguíneo pueden obstruir vasos sanguíneos e incrementar el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
- Los triglicéridos almacenan energía hasta que el organismo la necesita. Si el cuerpo acumula demasiados triglicéridos, se pueden obstruir vasos sanguíneos, lo que puede provocar problemas de salud.
¿Qué información brinda el perfil lipídico?
El perfil lipídico permite indicar el riesgo de una persona a desarrollar enfermedades cardíacas o aterosclerosis (el endurecimiento, estrechamiento u obstrucción de las arterias). Normalizar las concentraciones de lípidos lo antes posible puede reducir el riesgo de padecer las afecciones ya mencionadas.
Toda persona mayor de 35 años debería ser evaluado para descartar trastornos de colesterol subyacente, muy particularmente los hipertensos, diabéticos y los que hayan sufrido accidentes cerebrovasculares e infarto.
¿Cuáles son los valores aceptables en un perfil lipídico?
En niños y adolescentes (2-18 años) es aceptable un colesterol total (CT) de < 170 mg/dL; triglicéridos (TG) en < 75 mg/dL (de 0-9 años) o < 90 mg/dL (10-18 años); mientras que el colesterol malo (C-LDL) está en < 110 mg/dL y el bueno (c-HDL) en > 45.
En adultos, el valor aceptable guarda relación con el riesgo cardiovascular, el cual depende de la presencia de otros factores de riesgo, como el sexo, edad, presencia de hipertensión arterial, tabaquismo y antecedentes de enfermedad cardiovascular.
En sujetos de muy alto riesgo cardiovascular –aquellos que ya han tenido un episodio cardiovascular, son diabéticos o tienen enfermedad renal crónica–, su nivel de colesterol LDL debería ser inferior a 70 mg/dL. Mientras que en personas con riesgo cardiovascular alto, el colesterol LDL debería ser inferior a 100 mg/dL.
En quienes tienen riesgo bajo o moderado (sin ninguna de las situaciones anteriores) el colesterol LDL debería ser inferior a 115 mg/dL. Los niveles de triglicéridos considerados actualmente como aceptables son inferiores a 150 mg/dL. Y los niveles de colesterol HDL, considerados como de mayor riesgo cardiovascular, deben ser menores de 40 mg/dL en varones y menor de 45 mg/dL en mujeres.